No hay carnaval —aunque parece—, lo que hay son elecciones. Y ante el apático resultado de las PASO, el oficialismo local descarga toda una batería de medidas impresionantes y de suma importancia para el bien del pueblo, cosas que nada tienen que ver con el aludido resultado. El arma principal, sobremanera útil y para nada superflua: la foto. Esa no puede faltar. ¡Campaña sublime si las hay! ¡Qué bueno que en esta época no se use ya la maquina a rollos, porque el gasto en fotos generaría déficit al municipio! Las “celebrities” de la política local aparecen cuasi de manera omnipresente en las fotos. Esto sí que le hace bien al pueblo. Esto es, sin duda, lo que Alberti necesita: que se saquen todas las fotos que puedan haciendo todas las cosas más inútiles posibles. Ahora sí que Alberti crecerá. Ahora sí que es con “todos”. Esas ansias infatigables de figurar confirman de manera contundente lo que dijo Platón: “El Estado en el que menos anhelan gobernar quienes han de hacerlo es forzosamente el mejor”. Más allá de que este “tiempo de gracia” se termine luego de las elecciones, la realidad es que el oficialismo debe seguir gobernando hasta 2023. Me pregunto si, al menos, en lo que respecta a la cultura, cambiará algo. O seguirán, acaso, el pan y el circo. Todos sabemos que, si queremos pedirles algo a los políticos, debemos hacerlo en época electoral, por tanto, creo que todos los escritores independientes estarán de acuerdo: ¿serían capaces, desde la secretaría de cultura tal vez, de realizar algún certamen literario para ellos?, muchos quieren publicar y no tienen los recursos. Ese sería un buen premio, que les publicasen sus obras. Ciudades vecinas lo hacen. Para el jurado hay excelentes escritores. Si no se hace, es que falta una sola cosa: voluntad. Digo, ya que estamos en época de gracia. Pido. No para mí, para el pueblo.