NOTAS DE OPINION

El conflicto cultural del peronismo

El armado territorial y la puja por la representación que se diluye.

El conflicto interno del peronismo por estos días no solo esta enfocado en la necesidad de tener nombres, también surgen los conflictos culturales propios de una época;donde la incertidumbre de la población crece. También sabemos por las contundentes encuestas, que la población está incrédula de la política.

 

Las alianzas de los últimos años, supieron reconciliar dentro de los frentes, pensamientos progresistas y conservadores, en el famoso "poroteo político", para asegurar puestos, cargos y llegada al poder. Pero una vez en el poder, lo que se expresa en acciones de cara a la sociedad, responde a distintas agendas.

 

Es notorio que los ciudadanos piensan y sienten que las agendas políticas, tratan más de intereses espurios, que de representar la agenda del pueblo.

 

El ala progresista insiste en instalar el iluminismo que los caracteriza, lo negativo de esto en lo inmediato, es que no logran convencer a la población de dichas iluminaciones, todo lo contrario. Al plantear un agenda tan a contra mano de las necesidades que el pueblo tiene dia a dia, las cuáles desea que sus representantes se ocupen, se provoca el quiebre lógico en estos casos. Los espacios que están ocupados en focalizar el trabajo son conscientes.

 

No todo en la vida es fácil, iluminado, sin esfuerzo, color de rosa y un mundo donde siempre se fuman " pipas de la paz".

 

Otros sectores del peronismo, como nuevas figuras que empiezan a surgir, plantean la necesidad de volver a discutir sobre la importancia de focalizar el trabajo, el esfuerzo, la paciencia que conlleva proyectar cosas.

 

Hay una necesidad imperiosa porque nuevamente la agenda de la población pueda volver a estar en el primer lugar.

 

Bragado no escapa de esto, por el contrario, el facilísimo que el progresismo plantea ni siquiera tiene lugar en las discusiones cotidianas y ese rechazo masivo que asumen los vecinos ya se evidencia demasiado.

 

Aunque intenten armar reuniones catedráticas de como hacer política, o discutir enfoques modernos de las soluciones mágicas pensadas, la gente no va. Se nota mucho que son los mismos 30 personas en cada reunión.

 

Aunque lógicamente hay otras situaciones, donde quizá si haya otros entusiasmos, casos excepcionales.

 

La población quiere saber que van a hacer para crear trabajo de calidad, como van a planificar la construcción urbana. La clase trabajadora quiere saber que proyectos tienen para que quienes trabajan puedas adquirir una casa. Cuáles son los proyectos que proponen para potenciar la cultura en la ciudad, la oportunidad de los artistas, la mejora en la calidad de vida de los deportistas, planes productivos, la desconcentración de los servicios y reubicación a las periferias, etc.

 

Alguien tiene que planificar dentro del crecimiento de la ciudad de una vez por todas.


El mejoramiento del tránsito,orden en la limpieza, el final del basural, etc etc etc.

Estos planteos retumban en las típicas roscas. Los últimos meses vengo escuchando por todos lados, a los distintos militantes que ;visualizan hace rato estos baches que tienen al peronismo local sumergido.

 

Algunos intentan plantear la agenda de discusión, tratar de llevar aquella voz del pueblo y sus necesidades, como así mismo las soluciones que deben aparecer.

 

Los ajustes de comunicación y planteamiento político, parecen estar desde hace mucho tiempo, siendo tenidos en cuenta. Si el peronismo local no resuelve hacerse cargo en su mensaje conjunto, sobre la necesidad de tomar la agenda de la población y nada mas que la agenda de la población, no tendrá chances de cambiar el triste papel que viene haciendo las últimas elecciones.

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