EL IDUS DE MARZO

Su majestad, las redes, hay puesto sobre la mesa, en estos días, realidades impensables hace poco más de 10 años

Los audios compiten con la inmediatez de Facebook. Twitter o Instagran. Durante los últimos 20 días asistimos a cataratas de ellos, algunos con amenazas rayanas al delito, afirmaciones de profesionales que se iban cayendo por el peso de la verdad. En estas horas escuchamos, empavorecidos, un diálogo entre la Sra Ana, hija de la paciente sospechadade estar infectada y el Dr Corte. Un diálogo tan frontal y crudo, que no tiene nada que envidiarle a “Intratables” . Nos enteramos, por parte del facultativo, que carece de importancia que una persona haya viajado en un micro con extranjeros de los países más comprometidos y nos preguntamos si para preocuparse debiera haber venido sentada al lado de un chino comiendo alitas de murciélago, perdón por la ironía. Quedó al desnudo falta de información por parte del facultativo,al que no le comunicaron que la paciente tenía fiebre. Por ese error de proceso,  Ana tramita una denuncia por abandono de persona,la prueba del error es que la paciente se encuentra internada hace más de una semanacon hisopado enviado al Malbrán.

Por otra parte, si a señora viajó de Retiro a Bragado y aquí se contactó con gente.  ´¿corren algún peligro ? Se las contactó para saber su estado?Entra ello en el protocolo?

Me preocuparía, por otra parte, que los rumores de que estas denuncias están motorizadas por dirigentes políticos, sean ciertos, tan miserables no pueden ser y si alguien utilizó tal artilugio para bajarle el precio a la preocupación de una hija, que Dios lo perdone.

Quiera Dios que la falta de experiencia en estas catástrofes sanitarias, que provoca déficit de información, se tomen como eso, errores humanos y no se utilicen, de uno y otro lado, para buscar miserables réditos políticos…

·       IDUS DE MARZO  Los idus de marzo1​ (en latín, Idus Martii o Idus Martiae) en el calendario romano correspondían a los días 15 del mes de Martius, como días buenos,  salvo en 44 con la rebelión contra Julio CésarSegún Plutarco, César habría sido advertido del peligro, pero había desestimado la advertencia: